Principio #7

Si haces bien, ¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo.  Génesis 4:7

A La Puerta – “El momento exacto cuando al ser humano de le es otorgado el impulso humano fue discutido por Antonius y R. Judah el Príncipe, y la decisión fue que como dicho anteriormente, viz., el deseo surge a existencia en el momento de nacimiento. ´Antonius le pregunto a R. Judah, “¿desde qué momento ejerce el impulso maligno control del ser humano – desde el momento de la formación del embrión o en su emergencia del cuerpo?” El respondió, “desde el momento de la formación.” El otro contestó, “¡en ese caso debería patear en el vientre y salir según su propia voluntad! ¡Ciertamente debe ser en el momento de alumbramiento!” R. Judah dijo, “Antonius me ha enseñado algo corroborado por un texto Escritural, viz., ´El pecado yace a tu puerta´ (Gene. iv. 7) – i-e. La apertura del cuerpo de la madre´”

Esta pequeña discusión ilustra el principio #7, devar halamed meinyano (“una palabra aprendida de su propia usanza”). Algo se aprende de su propio sujeto. Aquí el sujeto es yetzer ha´ra. Su conexión a Génesis 4:7 permitió que el rabino Judah viera que el ser humano viene bajo el poder de la inclinación al mal durante el nacimiento, no la concepción.

Claro que el Hombre científico moderno, de pensamiento griego objetaría a todo este argumente como insensatez mitológica. No sucede nada espiritual durante el nacimiento de un bebe. Lo único que sucede son funciones de anatomía y reproducción. ¿Cuál es la diferencia entre el nacimiento de su ser humano y el nacimiento de un conejo? No mucho, sinceramente. Pero las objeciones del Hombre moderno de pensamiento griego no tienen mucho efecto en el rabino. No comparte la apreciación mecánica del mundo. Su mundo está lleno de misterio, maravilla, reverencia y del descubrimiento de principios desde el interior de las palabas que usa Dios.

Recuerda PaRDes, los cuatro niveles de significado Escritural. Este principio parece más apto a guiarnos Sod, el nivel de misterio. Las vueltas y giros de pensamiento místico hebreo con frecuencia están vinculados a complicaciones dentro de las mismas palabras. Para los pensadores griegos, esto es un mundo extraño – y algunas veces maravilloso –  y se requiere mucho para acostumbrarse a él.

Hemos llegado al final de los principios rabínicos de interpretación de las Escrituras. ¿Hemos aprendido algo realmente importante? Espero que hayamos aprendido mucho. La Biblia no es el territorio tan familiar como creímos que era. Tendremos que ser mucho más cuidadosos y pacientes mientras exploramos el Libro de todos los Libros. Dios trabaja aquí. Sea Su nombre bendito.

Principio #7, devar halamed meinyano, Génesis 4:7, yetzer ha´ra Talmud

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