Invención Cósmica

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” Jeremías 29:11


Planes: La palabra “plan” proviene de la raíz hebrea hashav. En este caso es el sustantivo mahashavah.  La forma verbal “hacer planes, calcular, considerar o pensar” es usada 121 veces.

Hay varios significados diferentes, pero están todas dentro del contexto de crear algo nuevo. El uso mas interesante de esta palabra es encontrado en Génesis 15:6 donde el significado es “imputar” o “contar -poner a favor en la cuenta de alguien-“. En ese verso, Dios “cuenta a Abraham como justo”, Él le imputa justicia como algo nuevo e inesperado.

En la forma sustantiva mahashavah, la palabra significa “pensamiento, plan o invento.”  Es usada en Génesis 6:5 acerca de los malos pensamientos de la humanidad, en Jeremías acerca de los planes que siguen los hombres, y en 2º Crónicas acerca de crear e inventar. Nuevamente, el contexto se circunscribe a la idea de nuevas cosas.

“Yo sé los planes [nuevas ideas] que tengo para ti” Los planes de Dios nunca son moldeados en concreto, ellos son flexibles, se ajustan a nuestras vidas según cambian nuestras circunstancias. Es fácil pensar que Dios tiene solamente un plan perfecto para nuestras vidas y que si tu cometes un error o pecado, el plan quedará destruido para siempre. Entonces tu tendrás que vivir con lo segundo mejor, lo tercero mejor y así sucesivamente cada vez que tu fallas en cumplir las expectativas. Pero Dios no tiene un plan perfecto para ti. Él tiene un propósito –una meta-, y es que tu te conviertas en todo lo que se suponía que fueras, a través de conformarte a la imagen del Mesías. El objetivo o meta nunca cambia. Pero los planes son nuevas ideas cada día. Dios está lleno de sorpresas. Un eterno inventor.

Oswald Chambers dijo: “Nunca hagas una ley de tu experiencia; deja a Dios ser tan original con otras personas como lo es contigo” (Junio 13, My Utmost for His Highest) Abraham Heschel nos recordaría: “La revelación bíblica debe ser entendida como un evento, no como un proceso. ¿Cuál es la diferencia entre un evento y un proceso? Un proceso ocurre regularmente, siguiendo un patrón relativamente similar, un evento es extraordinario, irregular. Un proceso puede ser continuo, estable, uniforme; los eventos ocurren intermitentemente, ocasionalmente. El término evento es un seudónimo de “misterio”. Un evento es un acontecimiento que no puede ser reducido a parte de un proceso. Es algo que no podemos ni predecir ni tampoco explicar plenamente. Hablar de eventos es implicar que hay acontecimientos en el mundo que están más allá del alcance de nuestras explicaciones. Lo que la conciencia de los eventos implica, la creencia en la revelación lo declara explícitamente: Esto es, que hay una voz de Dios en el mundo –no en el cielo o en cualquier otra esfera desconocida- que suplica al hombre hacer Su voluntad”[1]

Considere lo que esto significa para entender nuestras vidas. ¿Cuántos de nosotros realmente creemos que Dios puede actuar en nuestras vidas de maneras totalmente únicas e inesperadas? O más bien nos volvemos a las listas ya hechas para la vida, guiando nuestro comportamiento sumando y restando desde su Palabra o la experiencia de otros?  Los Siete Hábitos, Las Veintiún Leyes Irrefutables, los principios de lo-que-sea-Dirigidos-con-Propósito, los “modelos de éxito”, todo eso y mucho más describen a Dios en una caja, un Dios que ya no es más sorprendentemente creativo. “El Dios en la caja” debe conformarse a nuestra experiencia y expectativa.

Hay una buena razón por la cual Heschel dice “Creer es recordar”. Somos llamados a ser testigos de las maneras de Dios, no ejemplos de nuestra destilación [e.d. única esencia o expresión] de Sus caminos. Yeshúa nunca sanó a un ciego dos veces de la misma manera. El Padre es el autor de la ingenuidad. ¿Por qué deberíamos vivir como si todas Sus opciones fueran reductibles a nuestras teologías sistemáticas?

Mike Yaconelli escribió un libro acerca de servir a un Dios peligroso. Él tocó un tema que raramente deseamos considerar. Dios no se conforma a nuestras imágenes de Él. Él está lleno de sorpresas. Aquellos quienes esperan encontrar al Dios de las sorpresas están mucho más sintonizados con Su compromiso en este mundo.

La práctica de una espera activa es un tiempo para recordar que Dios no puede ser contenido por nuestras interferencias o restricciones no importa cuán teológicamente correctas esas cajas parezcan. Nuestro objetivo es dejar a Dios libre en la vida, deshacernos de las abstracciones de nuestra teología y buscar los eventos, reconocer lo absolutamente incomparable de Su mano, dar vuelta el mundo de circunstancias empaquetadas y gritar: “¡Sí Señor! ¡Estoy listo para lo que sea que quieras! ¡Aquí estoy!”

Si tú buscas a Dios fuera de la caja de tus propias expectativas, ¿Qué crees que sucedería? Ah, pero no me de una lista de respuestas ahora. Esa es la caja en la que Usted está.

Índice Tópico: Planes, mahashavah, Jeremías 29:11, inventor, Nuevo.


[1] Abraham Heschel, Moral Grandeur and Spiritual Audacity, p. 13.

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