Bendito Sea El Vínculo

Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor, esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Efesios 4:1-3


Vínculo – Veamos. ¿Cómo va esa canción? “Bendito sea el nudo que ata nuestros corazones en el amor cristiano, la comunión de mentes conformadas es similar a eso arriba.” No, ¿verdad que no es así? La letra en la canción no es “conformada.”  Es “afín.”  Pero la tratamos como si quiere decir “conforme, ¿no es así? Creemos que esa canción, y este versículo en Efesios, deben significar que todas las personas deben ser iguales. Por eso vamos  a la iglesia – para estar con personas como nosotros.

Aparentemente, no hemos comprendido el punto principal de ágape. Preferimos manifestar el amor fileo – el amor hacia las personas que nos caen bien. Pero el amor ágape es el paradigma del amor por los enemigos. Es amor para quienes no son como nosotros. Ese es el amor de Dios – el amor de aquellos que se oponen a Él. ¿Qué nos sucedió a nosotros? ¿Cómo fue que convertimos el conformismo en la medida del amor cristiano? No exhibimos la unión del vínculo de paz. Exhibimos la unión de la restricción en doctrina.

Pablo utiliza el término griego sundemos. La raíz detrás de esta palabra es la combinación de sun (juntos) con deo (atar). ¿Ves la imagen? ¡Debemos atarnos juntos en nuestra búsqueda de unidad en el Espíritu en paz! Desafortunadamente, frecuentemente los cristianos actuamos como si hemos sido unidos en un argumento. Para Pablo, la paz significaba shalom, esa palabra hebrea que comprende toda una persona en el mundo. Es la expresión quintaesencial del bienestar. Eso es lo que desea Pablo. El desea seguidores del Camino tan comprometidos al bienestar de los unos con los otros que se apresuren a ofrecerse a sí mismos en servicio a los demás. El desea que el carácter del Dios ágape sea tan evidente que nada se oponga en el sacrificio por otro. El desea que nos muramos en nuestros propios intereses y vivamos como ejemplos de nuestro Amo.

¿Significa esto que la teología no importa? ¡Claro que no! Sin duda alguna, Pablo fue el teólogo más extraordinario de su época. El hizo todo lo posible por ayudar a otros a comprender la verdad del Mesías. Pero ¿de qué sirve la teología correcta si la utilizamos para cercenar el vínculo que une? Nunca he conocido hombre alguno que se convierte al cristianismo en base de un argumento intelectual.  Ni Yeshua mismo parece darle mucho esfuerzo al argumento de la teología apropiada. En vez de eso, sanó enfermos, restauró al perturbado, confortó al doliente y dio de comer a los hambrientos. Sangro por los rebeldes y murió por la salvación de Sus enemigos. ¿Tuvo la teología correcta? ¡Claro que sí! Pero pareciera que el único que le preocupaba en cuanto a lo teológicamente  correcto era el Padre. Todos los demás eran beneficiarios directos de amor ágape – el amor para aquellos que no eran como EL.

Existe un mundo de diferencia entre la conformidad y la compatibilidad. La conformidad dice, “Se como soy yo.” La compatibilidad dice, “ahora veamos cómo podemos estar juntos así como somos.” La conformidad me hace Dios. La compatibilidad deja de Dios sea Dios para cada uno de nosotros. La conformidad dice, “Estamos bajo la gracia, pero tú debes hacer las cosas a mi manera. La compatibilidad desplaza el enfoque de la relación hacia mi apreciación de la soberanía de Dios. Mi relación contigo se basa en mi compromiso a ti, sin importar las diferencias, porque confío en que Dios sabe cómo resolver todo esto.

Entonces, ¿Cómo está tu vínculo de compromiso ágape? ¿Te aceleras hacia la paz?

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