Día 17 – Portador
“y fue el hombre un ser viviente.” Gen 2:7
Un Ser Viviente – ¿Eres portador o productor? En un mundo donde el énfasis está en la vida productiva, es necesario que demos un paso para atrás y que hagamos la pregunta desde la perspectiva bíblica. La que tiene el mundo sobre nuestra ejecución no es lo que parece ser.
El profeta de Dios es un mensajero, no un productor. Lo que proclama no es su propia creación. De hecho, la marca del falso profeta es que proclama sus propias ideas. Lo que el profeta manifiesta viene de Dios. El profeta no recibe crédito por el contenido. Su papel es sólo de entrega. El carga lo manifestado por otro.
Si aplicamos ésta pequeña lección a la idea de la creación de seres humanos, aprendemos algo importante. Cuando Dios crea al hombre y a la mujer en Su propia imagen, nos convertimos en portadores de esa imagen. No es nuestra. Justo como ocurrió la palabra en los profetas, la imagen de Dios sucedió en nosotros – y somos portadores de Su gloria para Su beneficio y Sus propósitos. Nuestra labor es la de entregar al mundo los mensajes acuerpados por Dios. El plan original de colocar a los seres humanos como vice-regentes en la creación, actuando para el Creador, sólo subraya el hecho que el plan no viene de nosotros. Somos los vehículos por medio de los cuales Dios gestiona la creación. No somos los dueños.
Si esto es cierto, entonces la declaración que soy el originador de mi destino, el capitán de mi alma, es una falsa representación de lo que significa ser humano. Es el equivalente al falso profeta – uno que dice tener un mensaje propio. El mundo ama a los que se conceden el crédito de su propia producción. Al padre de las mentiras le encanta ésta mentira porque corta el corazón de lo que significa ser portador de la imagen de Dios. Si Dios me diseñó como vehículo para Su uso expreso, para llevar a cabo Sus propósitos en Su creación, entonces cada vez que actúo en desacato hacia El ó me otorgo crédito ó imagino que mis planes son míos, me alineo con el padre de las mentiras.
Ser humano es ser portador del Dios sucediendo en mí. El mensaje es mucho más importante que el mensajero. Es el mensaje del gobierno soberano del Santo de santos. Si pierdo de vista mi papel de portador, seré seducido a pensar que el paquete es más importante que su contenido. Comenzaré a creer que la vida humana se mide en términos de mi producción – lo que yo logro, lo que yo acumulo, lo que yo disfruto y lo que yo soy capaz de influenciar – en vez de con cuánta elegancia ejecuto la imagen. ¿Si la verdadera humanidad es la manifestación de la imagen de Dios en mi, entonces cualquier periférico que no contribuye directamente al mensaje en verdad no cuenta, no es cierto?
¿Vives como portador o te creíste contenido?
(Solo una nota fascinante: Las palabras hebreas para “ser viviente” son ambas pronombres femeninos. Por lo tanto, Hombre, (adam) que viene de adamah (la tierra) se manifiesta como una persona viva (femenina) (femenina). No es posible levantar un caso basado solamente en el género de los pronombres, pero definitivamente te hace preguntar por qué “persona viva” es femenino. Quizás hasta hará fruncir el ceño a quienes abogan por del género masculino.)