Día 20 – Aún Más Profundo
“En el principio creó Dios” Génesis 1:1
El – Evidentemente ahora ya sabes que aquí la palabra es bere´shiyt. No existe artículo definitivo. Eso quiere decir que no hay “el” en el texto. Intenta leer el texto sin “el” y las cosas comienzan a cambiar – dramáticamente. Ya hemos aprendido (cf. Naham Sarna) que bere´shiyt no debe tomarse en sentido temporal absoluto. Esta es una palabra que se refiere a la calidad más alta, lo mejor, lo primero (como en primeros frutos) y la cabeza (compara con el pronombre ro´sh). La traducción “en el principio” importa la idea del un “punto” donde comenzó todo. Pero sabemos que la idea de un punto de inicio contiene algunos problemas conceptuales muy profundos. Claro, la creación ex nihilo es fundamental a la comprensión de ésta palabra como “el” principio. Eliminar el “el” cambia muchas cosas. O quizás no cambia nada.
Sarna escoge traducir el versículo como “cuando Dios creó.” Muchos teólogos conservadores objetarían. Traducido así, la idea que Dios creó el tiempo junto con el universo material es menos sustentable. Claro que hay muchos otros temas asociados con la creación del tiempo, pero generalmente los teólogos evangélicos retienen la inclusión del articulo definitivo porque desean que éste versículo hable sobre la majestuosidad trascendental de Dios. Desean un Dios “Fuera” del tiempo para aislarlo del cambio. Quizás no vieron la maravilla de bere´shiyt por sí misma.
¿Qué nos dice esta palabra si no añadimos el artículo definitivo? Bien, primero nos dice que nada de lo que existe se autogeneró. Dios trajo a existencia todo el universo material cuando El decidió hacerlo. Nadie lo obligó a hacerlo. Francamente, El creó todo porque deseó hacerlo. Es el amo absoluto sobre todo. Así que lo primero que aprendemos es que todo el orden creado es innecesario fuera de la voluntad benevolente del Creador. Esto es de vital importancia. Tú y yo existimos (junto con todo lo demás) porque Dios nos quiso. Le importamos tanto que está dispuesto a traer a existencia todo, hasta a nosotros. Con la primera palabra de la Biblia aprendemos algo de importancia crítica sobre Dios y nosotros. ¡El decidió tenernos con El a propósito! Hasta podría ser un sinónimo de amor. Si Dios no necesitaba crear y si nada sucede sin Su decisión, entonces yo supongo que es correcto decir que bere´shiyt implica que Dios ama lo que hace. En éste sentido, bere´shiyt conlleva la idea de la fuente de todo. Dios es la fuente (cabeza) amorosa de todo lo que es.
¿Qué otra cosas nos dice? Nos dice que nosotros no somos el centro de todas las cosas. Nosotros no somos dioses. Somos creados como todo lo demás. No somos auto-suficientes. En esta escala, somos igual que cualquier otra cosa existente dependiente. Pero aun nos ama Dios. Mucho. Así que cuando sentimos nuestra insignificancia, la decisión divina de crearnos nos recuerda que aun le somos extremadamente valiosos. Bere´shiyt aquí nos recuerda que de toda la creación, primero es Dios.
Finalmente, es importante la reflexión sobre bere´shiyt porque el apóstol Juan copia deliberadamente éste verso en su evangelio. “En el principio era el Verbo,” dice nuestra traducción del griego. Pero si miras el texto griego cuidadosamente, verás que aquí tampoco existe artículo definitivo. En arque en ho logos contiene los mismos fundamentos temporales. Lo cierto en Génesis 1:1 también es cierto en Juan 1:1 porque Juan piensa como hebreo. Una vez más vemos que no podemos comprender lo que dice el Nuevo Testamento sin comprender primero lo que dice el Antiguo Testamento. Pero por lo menos esto queda claro: El Verbo es Dios y siempre ha sido Dios y estaba plenamente involucrado en la creación de todas las cosas. Yeshua es la manifestación de Dios en una manera que revela la profundidad del amor de Dios por Su creación. Yeshua es bere´shiyt en carne y sangre: el primero, la cabeza, el altísimo, la fuente. Quizás haya mucho en la declaración “en Él era la vida,” más de lo que somos capaces de imaginar.