Rompiendo Todas las Reglas

Juzgue – “Lo que consume la palabra de pacto.” ¿Cómo puede ser cierta esta imagen de la palabra hebrea mishpat (Shin-Pey-Tau)? Esta imagen de palabra debe estar errada. ¿No es acaso el juicio sobre restauración? ¿No acabamos de aprender que mishpat (de shapat) tiene como intención la reconciliación? Alto. Piénsalo con cuidado. ¿De qué manera consume el pacto la acción del juicio?

Cuando hago un pacto, me obligo a mi mismo a comportarme de maneras prescritas por el acuerdo. En otras palabras, prometo hacer algo. Siempre y cuando mantenga mis obligaciones, no existe necesidad de juicio. El pacto permanece sin perturbación alguna. Pero ¿Qué sucede cuando no mantengo mi promesa? Ahora se requiere un juicio. El mismo hecho que surja un juicio dentro de la relación del pacto significa que el pacto se ha o podría romperse. Por lo tanto, el mismo juicio consume lo que ha establecido el pacto. Esto es exactamente lo que implica Sara en su declaración. “Tu, Abraham, has roto tu fe en mi. Has actuado contrario a nuestro acuerdo. Ahora Dios será el juez entre tú y yo.”

Pero y que del pacto de Dios con Su pueblo. Dado que Dios hizo pacto con Si mismo, nunca ha existido la posibilidad que el pacto Abrahámico pueda romperse. El juicio nunca será ejecutado contra las partes del pacto. Pero este no es el único pacto que ha hecho Dios. En Sinaí, Dios hizo pacto con SU pueblo. Es un pacto entre dos partes – una persona es Dios, la otra es el pueblo de Israel.  Todos juraron mantener su parte del acuerdo siendo obedientes a las instrucciones de Dios. El pacto Mosaico es un pacto sobre bendiciones y maldiciones. Es un pactos obre el propósito del pueblo de Dios en la tierra, no sobre la presencia del pueblo de Dios en la tierra. El propósito es actuar de tal manera en que Su pueblo se convierta en una nación de sacerdotes. ¡Y eso requiere obediencia!

Cuando el pueblo de Dios no es obediente, fallan en guardar su pacte en el pacto Mosaico. SU fracaso no pone en peligro el pacto con Abraham. No puede hacerlo. Solo Dios participa en el pacto con Abraham. El juicio viene en base del fracaso de mantener el pacto Mosaico. El juicio reconoce la ruptura del pacto con el propósito de restaurarlo. El pacto Abrahámico nunca necesita ser restaurado porque no puede ser roto, pero el pacto de bendiciones y maldiciones se rompe con frecuencia y necesita restauración. Por lo tanto, el juicio que consume la palabra del pacto es el medio por el cual el pacto del propósito se renueva.

Tú y yo somos miembros de ambos pactos. Nuestro padre es Abraham porque hemos sido adoptados por medio de Yeshua HaMashiach. Pero también somos partes del Reino que Dios ha establecido en Sinaí. Por lo tanto, somos gobernados por las reglas del Rey. Pablo nos recuerda que nuestra desobediencia previa ha sido puesta a un lado para que podamos entrar en el pacto de propósito sin dudas. El Dios de gracia que nos salvo ahora nos provee obediencia por medio de Su Espíritu. Que dia de celebración. ¡El juicio se ha cumplido – dos veces!

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