Sin Pecado
30 de agosto a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha en presencia de su gloria con gran alegría, Judas 24
Sin Caída – Zodhiates presenta una pregunta en cuanto a este versículo: “Acaso Judas nos promete que viviremos nuestras vidas sin ningún tropiezo?”Si la respuesta es “si,” entonces parece que Judas se levanta en contradicción a Pablo y Santiago, quienes arguyen que caeremos con frecuencia para guardar la Tora. Si la respuesta es “no,” entonces parecemos negar la declaración de Judas de vidas impecables. Adicionalmente tenemos la preponderancia de nuestras propias experiencias – experiencias que nos recuerdan todos los días de nuestros fracasos en vivir según los parámetros de santidad de Dios. Que debemos hacer?
Podríamos comenzar por notar que la palabra griega aptaistos viene del negativo mas la palabra ptaio (tropezar).Esta no es la misma palabra utilizada para caer (pipto). Tropezar por un pecado no es lo mismo que caer en pecado. Pablo marca esta distinción claramente en Romanos 11:11. Es muy importante. Si creemos que la vida en Cristo consiste de nunca más cometer otro error, nos sentiremos desanimados inmediatamente. Nuestra confianza en nuestra relación con el Padre se tambaleara. Seamos sinceros. Todos continuamos pecando a pesar de nuestros mejores esfuerzos de no hacerlo.
Pero no caemos. Caer es regresar al patrón de acción pecaminosa que una vez me gobernó. Caer es dar paso alejándonos de la relación con el Padre y decidir vivir según mi propio buen juicio. Caer no es lo mismo que tropezar. Quienes caen no sienten convicción de pecado. Están adormecidos al Espíritu. Quienes tropiezan agonizan hasta lograr la restauración. Los pecadores sin arrepentimiento permanecen inconscientes de su condición. Los pecadores que tropiezan reconocen las rodillas ensangrentadas.
Aquí hay un punto muy importante. Nota la fuente del poder. Judas no dice que jamás tropezaremos. El dice que Yeshua tiene el poder de mantenernos de tropezar. En otras palabras, este versículo se trata de la fuente, no del resultado de tropezar. En otras palabras, este versículo se trata de la fuente, no del resultado. Yeshua es capaz aun si no confío en El todo el tiempo. Mi tropiezo no disminuye Su habilidad. Solo muestra que no dispuse de Su fuerza en ese momento. La pregunta de Zodhiates apunta en la dirección errada. Este versículo no se trata de mí. Se trata de Él. La pregunta debe ser, “Acaso Judas me promete que Yeshua siempre es capaz de sostener mi justicia indistintamente de las circunstancias?” La respuesta es, “Claro que sí. El es la fuente de mi justicia.”
Juan diría, “Mis pequeños hijos. Anímense. Si, podrán tropezar, pero eso no borra la bondad de Dios o el poder del Mesías. Hay restauración en la cruz. Dios perdona. Así que, levántate, sacude tus zapatos y comienza a caminar una vez más. Aquel que te redimió es capaz de guardarte. Recuéstate plenamente en El y El suplirá todo lo que necesitas.
El pecado es parte de la vida de todo seguidor justo. A fin de cuentas, no fuimos declarados justos porque hemos conquistado nuestros pecados. Fuimos justificados porque todos somos pecadores. La única Victoria sobre el pecado en la vida de un redimido es convencernos que nosotros no podemos lograrlo. Eso es completamente cierto. No podemos lograrlo, pero no importa. No podemos hacerlo, pero El si puede. Es Su vida en mí, no mi vida en El. Así que cuando tú tropiezas, alaba a Dios. El es la fuente de tu justicia. Y levántate y descansa aun más.
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