Tiempos Difíciles

18 de agosto Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, Efesios 4:1

Prisionero – ¿Cómo  habrá sido ser prisionero en el Imperio Romano del primer siglo? Uno de los famosos calabozos romanos yacía 12 pies bajo tierra. No requiere mucho imaginarse las condiciones. Sin salubridad. Ni comodidades para los prisioneros. De hecho. Si las personas libres no proveían alimentos consistentemente, los prisioneros podían morir de hambre. En realidad no importaban mucho a los oficiales. La única razón por la que alguien llegaba a esos hoyos infernales era porque la persona no podía (a la satisfacción del Estado) garantizar que llegaría a corte o si estaba destinado a ser ejecutado. La crucifixión era tormentosa pero al menos era relativamente rápida. Literalmente podrirse en prisión extendía la agonía de la muerte por varias semanas.

La declaración de Pablo de ser prisionero del Señor probablemente desató olas de asombro en sus lectores. La prisión es el último lugar en el mundo donde alguien puede esperar encontrar gracia, misericordia y consuelo. Era la esfera de las pesadillas, historias de horror y temores inauditos. ¡Pero no para Pablo! Veras, Pablo voltea la metáfora de cabeza. En vez de ser prisionero para castigo, se ve a sí mismo como prisionero por protección. Recordarás la declaración de Jesús en Juan 17:2: “Mientras estuve con ellos, los guarde en Tu Nombre.” Aquí la palabra griega es eteroun (guardar) y describe custodia protectora. Los seguidores del Señor son prisioneros, claro, pero están en protección custodiada para mantenerlos seguros, no para penalizarlos. La opción paulina de desmois (prisionero) dibuja una imagen de alguien atado, amarrado y cautivo. Para Pablo, ser prisionero de Yeshua es señal de libertad. En el Nuevo Testamento, desmois es igual a eleutheros. La palabra en verdad está al revés.

¿Te ves como prisionero? Francamente la mayoría de nosotros no lo vemos así. Pensar así significa que debemos ver a través de la preponderancia de la evidencia falsa. Nuestra cultura, nuestro entrenamiento, nuestra mentalidad griega, “¡somos libres!” Pero Yeshua ve más profundamente. Podemos ser prisioneros del Señor o podemos ser prisioneros de nosotros mismos. No hay espacio en este mundo para “libre.”  Un poco de reflexión sobre las vicisitudes de la vida nos demuestra la verdad sobre la observación del Señor. No importa cuánto declare, no puedo escapar la esclavitud a las legislaciones gubernamentales, a las obligaciones financieras, las responsabilidades de relación y otra serie de cosas que infringen mi vida. Para la persona sin Cristo, la libertad real solo llega con la muerte. Por lo menos cuando muera mis obligaciones en esta tierra cesarán.

Pero para los prisioneros del Señor, la muerta ya ha sucedido. Mi vida ya no está llena de mis obligaciones. Ahora está en las manos de mi Amo y lo único que debo hacer es cumplir Sus obligaciones. Soy libre al fin para ser yo mismo. ¡Aleluya, soy prisionero!

Prisionero, libre, custodia protectora, eleutheros, desmois Efesios 4:1

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viviana florez

Gloria sea a Dios , soy prisionera del señor!!!!

Lucy Gómez de Alzate

Gracias por tan valiosas enseñanzas en el tema de hoy.
Quisiera plantear las siguientes inquietudes que tengo con respecto a:
1- MATEO 5:38-48 en cuanto a: amar, hacer bien, bendecir, orar relacionado con una categorización de personas NO deseables en nuestras vidas. ¿cómo se entiende lo que Jesús dice aquí?
2- JUAN 16:7-11 habla del Espíritu Santo y su obra de ‘CONVENCER’, ¿a qué se refiere exactamente? también dice de PECADO, JUSTICIA Y JUICIO, ¿Cómo debo leer estas palabras? ¿con mente helenística o mente hebrea?
Muchas gracias por bendecir mi vida en el acercamiento a la Palabra del Señor.