Vidas Desperdiciadas
25 de agosto “Córtala. ¿Por qué ha de cansar la tierra?” Lucas 13:7
Vidas Desperdiciadas
Cansar – Las parábolas tienen el propósito de probar un punto. Ese punto con frecuencia es una función del contexto del evento de la parábola. Así que, después que Yeshua rechaza la jerarquía religiosa de pecados, El relata esta parábola sobre un árbol de higos que no produce. La parábola es sobre vidas que aparentan ser desperdicio de la buena tierra de Dios. La parábola es sobre esas personas quienes nosotros decidimos que no valen la tierra en la que caminan. En griego, la palabra es katargei. Combina kata y argeo, dando el sentido de “lo que hace o convierte en inútil o inservible.” Lo que sugiere el dueño no es solo que este árbol no produce. El dice que la mera presencia del árbol arruina o contamina el suelo, convirtiéndolo en tierra inútil para otra cosa. A los ojos del dueño, ha llegado el momento de librarse de él. Pero el viñador ve otra cosa.
Pon esta parábola en el contexto del pecado de los galileos. Lo que Yeshua enfatiza es la miopía de quienes emiten juicio sobre otros. Así como el amo consideró inútil al árbol, así es quienes emiten juicio sobre otros pecadores contaminantes. Así como el viñador en la parábola arguyó que aún era pronto para destruir el árbol, igual proclama Yeshua que es demasiado pronto para emitir juicio sobre la mano de obra de Dios en la vida de otros. Llegará el momento para juicio, pero no es ahora. Mientras el viñador trabaje en la capacidad productiva del árbol, persiste la posibilidad de buen fruto. Siempre y cuando la mano oculta de Dios opere en el mundo de los hombres, permanece la posibilidad de redención y restauración. La segunda mitad de Isaías 61:2 no ha llegado (vea Lucas 4:18-19). En cuento no llegue, Dios aun trabaja entre nosotros. ¿Quiénes somos para decir que El ya no es capaz de restaurar a justicia a una persona?
La consecuencia terrible de jerarquizar los pecados es el rechazo prematuro del pecador. Con frecuencia concluimos que tal y tal persona es una vida desperdiciada. No tiene sentido continuar en oración, buscarlos, amar al prójimo. Esa una persona tan mala que no tiene posibilidad de redención. Mejor dejarlo ir.
Objetarás. “Hey, yo no hago eso. Nunca me he dado por vencido con alguien. He persistido en la oración, en el apoyo, en el amor – sin importar nada.” ¿De verdad? Una pareja que conoces se divorcia. ¿Te percatas que dejas que una mitad se vaya? Un colega es condenado por corrupción. ¿Dejas de llamarlo? Una familia que conoces tiene un hijo atrapado en drogas o violencia. ¿Están aun en tu lista de invitados? Alguien de tu iglesia tiene un amorío. ¿Desaparece su nombre del listado?
Si, la Biblia provee consecuencias por los actos pecaminosos, pero esas consecuencias no son de remoción permanente de la comunidad. Las consecuencias de Dios siempre incluyen restauración con propósito. “Regresa a Mi,” ese es el fundamento de toda repercusión de pecado. Quizás debamos tomar el mismo tono que el viñador. “Déjame cuidar de este árbol y veamos que pasa en un año.”
Usado, desperdicio, katargei, viñador, Lucas 13:7, Isaías 61:2, Lucas 4:19
¡¡¡Excelente, excelente este tema sobre el juzgar a otros!!! Es un enfoque muy certero que nos da todos por todo el medio y que me hace recordar aquello que dijo Pablo un día: “Si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espiritu de mansedumbre, considerándote a tí mismo, no sea que tu tambien seas tentado” Al leer este tema de Skip, uno sabe cómo restaurar al otro con espíritu de mansedumbre y a no tirar la toalla con nadie.