Heridas de Cabeza

Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.  1 Corintios 11:13

Cabeza – ¡Ay, cuantas dificultades nos ha causado este versículo! Cuanta confusión, mala aplicación y persecución pura ha sido provocada por la interpretación no rabínica del comentario de Sha´ul. Combinado con unas pocas otras joyas de las cartas paulinas, la iglesia ha marchado al son monogenista de Platón y Aristóteles. Desafortunadamente, aun sucede en algunos lugares.

Veamos si podemos desenredar por lo menos un poco de este desastre. Pablo (Sha´ul para sus amigos hebreos) no piensa como griego. Eso ya no debería sorprenderles. La interpretación y exegesis oriental semítica rabínica no es como la exegesis filosófica griega. Por tanto, es simplemente imposible aplicar categorías griegas a las declaraciones rabínicas de Sha´ul con la expectativa de una apreciación mínima de lo que dijo. En este caso, toda la conceptualización de Sha´ul sobre las relaciones entre los hombres y las mujeres se ancla en la Tora, no en la filosofía platónica. Sha´ul es un judío observante plenamente cumplidor de la Tora. Aceptaba la Tora como las palabras de Dios. Nada de lo que dice se opondría jamás a sus propias Escrituras, especialmente con la Tora. Así que cuando deseamos saber lo que dice aquí, primero debemos leerlo como lo leería un judío observante de la Tora. Eso comienza con notar que kephale (cabeza) en griego no es lo mismo que rosh en hebreo.

Kephale significa cabeza, pero ¿en qué sentido? ¿Significa cabeza como la cabeza militar o la cabeza de gobierno, o significa la cabeza como en las aguas de un rio? Un significado tiene que ver con autoridad; el otro tiene que ver con fuente. Gilberto Bilezikian ha analizado toda instancia de la palabra griega kephale en la literatura antigua. El concluye, “Parece no haber instancia en la literatura griega profana donde un gobernador o jerarca sea llamado cabeza” con la palabra kephale. Estudios adicionales muestran que los escritores de la LXX utilizaron más de una docena de palabras diferentes para cabeza como autoridad, usando kephale unas pocas veces. De hecho, Bilizikian solo encuentra tres casos de 180 donde la LXX utiliza claramente kephale como autoridad. Aparentemente, estos traductores escogieron evitar este significado de kephale. Adicionalmente, cuando vemos el uso de kephale en el Nuevo Testamento, encontramos que kephale se usa con más frecuencia en el sentido común hebreo de fuente, no autoridad.  Esto es especialmente cierto aquí en el comentario de Sha´ul. Si leemos esto desde el punto de vista rabínico, la jerarquía tri-partita tiene sentido. Si lo leemos desde la perspectiva griega, carece de sentido. Veamos por qué.

Sha’ul señala tres pares de palabras en esta jerarquía: Cristo-hombre, hombre-mujer, Dios-Cristo. Pero este orden no tiene ningún sentido si la intención de Sha´ul es de construir una jerarquía de autoridad. Si ese fuere el caso, el orden debería ser Dios-Cristo, Cristo-hombre y hombre-mujer (en orden descendiente). Pero aun esto adolece de dificultades internas. ¿Acaso Dios es la autoridad sobre Cristo? No lo es según la Biblia. El Padre ha puesto todas las cosas bajo la autoridad del Hijo. EL Hijo ha sido concedido toda autoridad. Adicionalmente, el Padre y el Hijo son uno. ¿Cómo debemos comprender la perspectiva bíblica de la autoridad de Cristo si Sha´ul dice que Dios es la kephale (autoridad sobre) Cristo?

¿Pero qué pasa cuando leemos el texto como rabino? Kephale se convierte en “fuente.” La jerarquía tiene sentido. La fuente del nuevo hombre de cierto es el Mesías. La fuente del Cristo encarnado de cierto es el Padre. Y, como revela claramente Génesis 2, la fuente de la mujer es el hombre. De hecho, la secuencia de Sha´ul es algo cronológica (como lo señala Bilezikian). Yeshua es la fuente cronológica de toda la Humanidad (“en El fueron creadas todas las cosas”). Adán es la fuente cronológica de la mujer (“porque fue tomada del hombre”). Y Dios es la fuente cronológica del Mesías (“en la plenitud de los tiempos”).

¿Qué concluimos? Este verso no puede usarse para justificar la autoridad del hombre sobre la mujer. Tal idea emana de la filosofía y misoginia griega, no de las Escrituras. Aunque este solo es un versículo, con exploración adicional encontraremos que ninguna Escritura sugiere que el hombre posee prerrogativa divina para dominar a la mujer. De hecho, Yeshua niega específicamente tales distinciones dentro del Cuerpo. La travestía de la Iglesia es su voluntad de abrazar filosofías paganas en vez de escuchar al Santo de Israel. Es tiempo de arrepentirnos – ¡y cambiar!

Autoridad. Kephale, rosh, rabínico, mujeres, 1 Corintios 11:13

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