Pregunta Respondida
Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque yo sé de dónde he venido y adónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni adónde voy.
Juan 8:14
Doy Testimonio – ¿Por qué les incomodaba tanto las enseñanzas de Yeshua a los fariseos? Sentían desconcierto porque no encajaba el protocolo apropiado. En el judaísmo rabínico, el verdadero maestro debía poseer una línea larga de predecesores. El maestro citaba estos hombres, quizás al ofrecer comentario, pero raramente ofrecía enseñanzas nuevas. La verdad se transmitía de rabino a rabino. Solo los profetas arribaban a la escena sin linaje, y los fariseos no tenían intención de otorgarle rango de profeta a Yeshua. Así que el tema constante del evangelio según Juan es el tema del testimonio. Juan busca demostrar que Yeshua es el Mesías. Es evidente que el testimonio es crucial a este esfuerzo. Pero si leemos este intercambio en particular en el hebreo, algo más surge a la superficie.
Si fuésemos hebreos, sabríamos que las dos letras en Deuteronomio 6:4 en el rollo de la Tora son inusuales. “Shema, Yisrael, YHWH Elohaynu, YHWH ehad” está escrito con una Ayin más grande en Shema y una Dalet mas grande en ehad. ¿Por qué? Porque la combinación de estas dos letras es la palabra “testigo” (´ed). Esta palabra se refiere a quién será un testigo fidedigno. Cada vez que los judíos recitan el Shema, proclaman el testimonio verdadero al Señor. Cuando Yeshua habla de Sí mismo como testigo, llama atención a la proclamación del Único Dios verdadero. Pero en cuento quién declara la Shema da testimonio de Dios, Yeshua sugiere que el da testimonio de a sí mismo. Las implicaciones debieron ser sorprendentes. Al filo de la blasfemia.
Por si eso fuera poco, Yeshua añade dos respuestas a su declaración. Las respuestas implican dos preguntas: ¿De dónde vienes y para dónde vas? ¿Sientes familiaridad con esas preguntas? Deberías. Las encontrarás en Génesis 16:8. Son las dos preguntas que le hace el ángel del Señor a Hagar. Lo que Yeshua implica con estas dos preguntas sin contestar es simplemente: El es quién pregunta puesto que es quién conoce las respuestas. De hecho, El es el único que realmente conoce las respuestas. No existe humano vivo capaz de dar respuesta verdadera a ambas preguntas. Podemos saber de dónde venimos pero ni uno de nosotros realmente sabe dónde vamos. El único que conoce esa respuesta es Dios.
Este intercambio confrontativo entre Yeshua y los fariseos esconde más de lo que revela. Enterrada en las implicaciones yace una declaración sobre el verdadero testimonio de la Shema, acerca del verdadero inquisidor de Hagar y el único que realmente conoce los propósitos de la vida. Pero debes leerlo con ojos hebreos para escuchar lo que dice.
¿No te hace preguntarte cuanto más yace bajo la superficie de los Evangelios?
Testigo, Shema, Hagar, ´ed, Juan 8:14