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Y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales. Génesis 3:7

Delantales – Como descubrió Adán, las hojas de higo no funcionaron muy bien. Rembrandt pudo haberlas utilizado para cubrir ciertas partes del cuerpo, pero no creo que ese sea el punto de este texto. La palabra hebrea para delantal es hagore´, de la raíz hagar. Este verbo significa “ajustar, ponerse cinturón.” Pero el pictógrafo relata la historia. Significa “hacer privado (por medio de una valla o cerco) el orgullo de la persona. ” Interesante, una de las usanzas de esta palabra en Babilonia se refería al cincho militar que no tenia propósito útil excepto el de demostrar el estatus de la persona. Era el cincho del orgullo en manifestación prominente. Cuando Adán intenta coser hojas de higo como coberturas, intenta esconder algo, pero no eran sus genitales. Era su orgullo desobediente. Existen más secretos en el hebreo. La palabra hebrea traducida como “orgullo” viene de la raíz ga´ah. Básicamente significa levantarse, ser elevado o exaltado. Eso era precisamente lo que Adán intentaba esconder del Señor. Intentaba colocar una valla alrededor de su auto-exaltación, cubrir su elevación contra los mandamientos del Señor. El verbo ga´ah dibuja la imagen, “lo que surge del levantamiento de la fuerza.” Con gran remordimiento, Adán descubrió que levantarse a si mismo produjo la necesidad de privacidad. Una vez pudo ser plenamente libre sobre quién era. Ahora debía esconder su verdadero ser.

Entonces, ¿Por qué escogieron un árbol de higo? Quizás nunca has preguntado por pena de dar un vistazo. Pero te habrás perdido algo importante. Veras, las palabras son ale teena (literalmente, hojas de la parra); las consonantes de las palabras raíz son Ayin-Lamed-Hey y Tau-Aleph-Vav-Hey. La imagen es “la consecuencia de saber (experimentar) autoridad” “lo que viene de asegurar la fortaleza de un pacto.” Dudo que las “hojas de higo” sean de importancia en este versículo.  Lo que importa es la imagen detrás de las “hojas de higo”; específicamente, Adán intenta producir una autoridad asegurada por la fuerza de un pacto por sus propias fuerzas. Necesita un pacto que cubra auto-exaltación. Necesita controlarse a sí mismo. Escoge medios insuficientes (los cuales corrige Dios) pero aun así, reconoce la necesidad de algo que esconderá lo que ha sido revelado. La expresión idiomática utilizada aquí (“hojas de la parra”) señala una realidad mucho más profunda. Este es un remez; una clave de algo más importante. Lo que necesita cubrirse no es la desnudez. Es algo mucho más humillante que la exposición de genitales. Lo que debe ser cubierto es la agresión desenfrenada de la yetzer ha´ra.  Lo que debe ser cubierto es aquello que se eleva; la voluntad del poder que desea dominar. Adán intenta encontrar un pacto lo suficientemente fuerte para controlar esta fuerza. Utiliza algo que conlleva la misma imagen de la inclinación maligna descontrolada. ´alah (la raíz de ale) significa “subir, ascender, elevarse, sobresalir, ser superior.”  Adán intenta utilizar “lo que se eleva” para cubrir “lo que se está elevando”. Intenta controlar su pecado. Fracasa. Nosotros también fracasamos cuando combatimos fuego con fuego. No es la manera de Dios.

Tu inclinación maligna es una trampa con resortes. Sin control, intentará ascender hasta las alturas. No conoce límites en el surgimiento al poder. Entonces, dice el Señor, “debes enseñorearte de él.” ¡Pero no con las hojas de la parra! Para enseñorearte sobre el yetzer ha´ra, debemos someternos. La domesticación viene de otro rumbo – desciende, lo que es bajo y humilde. El pacto de fortaleza que nos cubre es un pacto de sangre, un pacto de muerte. Si no has muerto, no has vivido.

Yetzer ha´ra, ale teena, ga´ah, hojas de parra, hagore, delantal, Génesis 3:7

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