Clavos

sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Hebreos 4:15

Ha Sido Tentado – Los clavos no son usuales. ¿Lo sabías? La mayoría de los criminales no son clavados a una cruz. Solo eran atados a un poste. La muerte por crucifixión no sucedía por la tortura de la clavada o aun del desgarre. Lo que mataba a la víctima no era la pérdida de sangre. Era muerte por sofocación. Los brazos extendidos evitaban que los pulmones exhalaran humedad. Las piernas dobladas e inamovibles prevenían que el cuerpo cambiara de postura. En el tiempo los pulmones se llenaban de líquido. Lento, muy lentamente, la victima simplemente no podía respirar más. Roma perfeccionó la forma más tormentosa de muerte ingeniada por el Hombre. Pero no requería de clavos.

Entonces, por qué no crucificar a Yeshua de la forma usual. Hubiese sido igual de efectivo. Hubiese sido igualmente efectiva. Aun se pudo haber cumplido la profecía sin los clavos pues solo se requería que fuese “colgado de un madero.” No, los clavos sirvieron un propósito diferente; uno que ni los ejecutores comprendieron.

EL verbo griego aquí es peirazo. Se deriva de otro verbo que significa “probar pasado algo a través de la sustancia.” Este es el verbo utilizado para la prueba de telas o metales. Metafóricamente, su sentido derivado significa poner algo en juicio o tentar. Pero presta atención muy particular a la imagen. Para aseverar la cualidad de una cosa, era perforada. ¡Clavos! ¿Deseas a imagen física de la tentación? Piensa en los clavos al pasar por las muñecas de Yeshua. Esta es la imagen de la exanimación de la fortaleza o debilidad. Su muerte es el retrato de fortaleza, no de debilidad.

El verbo es un participio perfecto pasivo. Quizás no te interese la gramática, pero necesitas saber lo que significa. Primero, es pasivo. Eso significa que la acción le sucede al sujeto. Algo del exterior afecta al sujeto. Así como el clavo pasa por la muñeca, igual la tentación es una fuerza bruta de daño y destrucción proveniente del exterior. La tentación nos sucede. Cierto, podemos jugar una parte en la tendencia y ciertamente tenemos rol en la respuesta, pero la tentación comienza con algo en el exterior. Es por eso que tenemos la oportunidad de resistirla. Si la tentación fuese una parte esencial de nuestro mismo ser, no habría resistencia posible. ¿Cuántos de nosotros podemos resistir se masculino o femenino? ¿Cuántos de nosotros podemos prevenir ser altos o bajos, rubios o grises (olvida los tintes) o algo más que sea esencialmente tu? Si la tentación es esencialmente tu, entonces date por vencido de una vez. Simplemente no puedes resistirlo.

Este verbo está en el sentido perfecto. En griego, esta es una acción completada en el pasado con significado continuo en el presente. Ahora vemos porque la usan aquí. Lo que El soportó nos es común a todos. No, no nos clavaron las muñecas. No fuimos crucificados por los romanos. Pero todos enfrentamos la prueba de calidad. La enfrentamos sin falla. El cumplió la voluntad del Padre. El sabe exactamente lo que es sufrir bajo la fuerza del enemigo. Eso es lo que es igual. Nuestras circunstancias podrán no ser las Suyas, pero el ataque es idéntico, la prueba es idéntica y por lo tanto, El nos conoce de la manera más profunda.

Ah, sí, es un participio – una acción continua. Por eso la traducimos “habiendo sido tentado.” No es un incidente sino una vida envuelta en un verbo de resumen de acción. Su resumen de vida puede ser el nuestro. ¿Cómo? ¿Cómo podemos compartir la vida “perfecta”? Porque El nos invita a hacerlo.

Juicio, prueba, peirazo, Hebreos 4:15

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