Maslow Bíblico
Me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío; tu Tora está dentro de mi corazón. Salmos 40:8
Deleito – el hebreo posee más de una palabra para placer y deleite. Cada vez que encontramos más de una palabra para el mismo concepto, enfrentamos el reto de descubrir las diferencias. Así como existen muchas palabras para oración, cada una provee un matiz sutil en el pensamiento hebreo, así son los diferentes matices de significado entre nehmad y hafets (la h es el sonido gutural como “ach”). Nehmad representa “placentero” como abrir la puerta en el muro que separa el caos de la vida. Se asocia con el Jardín, la preserva privada de Dios. Hafets manifiesta una imagen diferente. Siempre existe el muro (Chet) pero ahora está conectado con una palabra (boca, hablando – la letra Pey) y el deseo (atrapar, gancho – la letra Tsadik). Mientras el placer es abrir la puerta que nos lleva dentro del muro del camino de Dios hacia la vida, el deleite es el deseo de desenredar (separar) la palabra. ¿Comprendiste? Cuando el salmista dice “yo me deleito en Tu Tora,” hace un juego de palabras con los dos significados. Es equivalente a decir, “yo deseo desenredar (separar) la palabra de Tus palabras sobre las instrucciones de la vida” y es el análisis gramatical correcto de las palabras del Señor.
¿Te recuerda esto de un comentario en el Ketuvim Netzarim (Nuevo Testamento)? ¿No dice Sha´ul, “…dividiendo correctamente la palabra”? en el pensamiento hebreo, ¡eso es el deleite! Un aspecto del placer es el gozo que emana la comprensión de las profundidades de las palabras de Dios. ¿Y por que es importante esto? Porque, como lo dijo una vez otro gran comentarista, “No sólo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que procede de la boca de Dios.” ¿Cuántas imágenes pictográficas asociadas con el deleite están atrapadas dentro de la declaración de Yeshua?
Lingüísticamente, hafets es un verbo sobre acción y circunstancias. Nos percatamos que fue utilizada para describir el amor entre Jonatán y David, las circunstancias de la elección de Ester como reina, la sexualidad intima de los amantes en Cantar de Cantares, y la dedicación plena y de todo corazón del rey a la voluntad de Dios. Pero particularmente en los salmos, hafets expresa una jerarquía de deseo con consecuencias inmediatas y prácticas.
Maslow sugirió que los seres humanos son dirigidos por una jerarquía de necesidades. En la base de ésta pirámide de necesidades están las necesidades físicas como respirar, comer, dormir y sexo. Por cuánto ascendemos en la pirámide, pasamos por la seguridad, la comunidad y la estima hasta que llegamos a la cima con la auto-actualización. Es difícil negar el análisis de Maslow, excepto para señalar que está plenamente basada en un modelo griego de la existencia humana. En otras palabras, presupone que la vida se trata de nosotros. Estar plenamente vivo es estar auto-actualizado.
Pero ésta no es la perspectiva de David. La jerarquía de David se basa en hafets y en la cima de la pirámide está el deleite sólo en Dios Mismo. “¿A quién tengo en los cielos, si no a Ti? Y además de Ti, no deseo nada en el mundo.” (Salmo 73:25. Conocer a Dios es conocer las profundidades (y las distinciones) de Su auto-revelación dentro de Sus palabras. Hafets me empuja hacia la única fuente de verdadera satisfacción y del verdadero significado de la auto-actualización: conocerle a Él. Ah, y dicho sea de paso, ¿no creen que eso también suena a Sha´ul? (Filipenses 3:10)
¿Acaso significa esto que hafets es meditación mística? ¡Claro que no! Esto es hebreo y en el hebreo toda exanimación de la Palabra de Dios lleva directamente a la acción. Así que hafets también se utiliza para describir el comportamiento tangible que expresa deleite en Dios. Estos son los hechos concretos de generosidad con el pobre, observancia de la Tora y la adoración en comunidad. En otras palabras, el deleite es caminar en el camino y saber por qué lo hacemos.
Podrías considerar lo que te deleita hoy. SI piensas como hebreo, tu respuesta estará muy lejos de Maslow.
Deleite, placer, hafets, Maslow, Salmos 40:8