Lo Bueno, Lo Verdadero y Lo Bello

Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió. También dio a su marido que estaba con ella, y él comió. Génesis 3:6

Cuando – ¿Cuándo pecó Eva? ¿Fue en el momento que mordió la fruta del árbol, o un poco antes, cuando decidió que su evaluación de las circunstancias era la correcta? ¿Por qué era diferente éste árbol, ya no prohibido pero deseable? ¿Qué vio?

El hebreo combina toda la estructura verbal en una sola palabra, va-te-re, “cuando la mujer vio.” Pensemos un momento. Eva sabia del árbol antes que este se convirtiera en un tema. Ella vio el árbol antes que este se convirtiera en tentación. Antes de su interacción con la serpiente, era un árbol – una árbol poco usual, seguramente- pero solo un árbol. Hora ya no es solo un árbol. Ahora es el Bueno, Verdadero y Bello (las tres cualidades que los griegos comprendieron como la epitome de la búsqueda de divinidad por el Hombre). Ahora ella ve algo que no estaba allí antes. Ahora ella ve su propia evaluación, de lo bueno, verdadero y bello. Ahora es lo que ella decida.

¿Cómo sucedió esto? Podemos investigar el texto y descubrimos una respuesta, pero nuestro descubrimiento no tendrá mucho significado si no comprendemos que es el corazón puro del pecado. Lo que hizo Eva es lo que hacemos nosotros. El desvío en percepción no es diferente al nuestro. Si no vemos lo que le sucede, caemos en el mismo engaño con el mismo resultado.

Ahora investiguemos.

La serpiente nunca contradice el mandamiento de Dios. EL no hace la pregunta. Como dice Lutero, “la serpiente utiliza la palabra aph-ki como para burlarse y verlo de menos a uno.”  La serpiente no le dice a Eva que Dios ha errado. Solo dice, “¡¿Y qué?! Que importa lo que dijo Dios. Tú tienes tu propia voz interna que te guía. ” La serpiente es astuta y desnuda – arum, arom). El nota que Eva coloca este árbol en el centro del Jardín. Dios no lo hace. El Árbol de la Vida está en el centro, pero para Eva, el centro de atención está sobre el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.  De entrada tiene la perspectiva incorrecta. Está enfocada en lo que no puede hacer, no en lo que puede hacer. Es lo suficiente para darle una palanca a la serpiente desnuda.

“¿Qué quieres decir con que te prohíbe que lo disfrutes? ¿Por qué habría Dios de detenerte de hacer algo que parece tan bueno? Dios es cruel, por eso lo hace. El sabe que lo deseas, pero lo previene que te conviertas en quién realmente debes ser. Deberías ser capaz de decidir lo que deseas. Es tu vida, ¿no es cierto? ¿No te creo Dios con la habilidad de decidir?”

La diferencia entre el humano y el animal es la diferencia entre la vida según la determinación de Dios de lo bueno o vivir según mi determinación de lo bueno. Desde Eva, todo ser humano ve otro camino hacia lo Bueno, Verdadero y Bello. El otro camino es mi camino en vez del camino de Dios. Ese otro camino lleva directamente lejos del Árbol de Vida en el centro del Jardín. Lleva a la separación de la presencia del Creador y Su creación. Es mi camino, pero también es el camino de la serpiente desnuda.

¿Y en que camino andas tú ahora mismo?