Ella También Ve
22 de julio y le dijo: Agar, sierva de Saraí, ¿de dónde has venido y a dónde vas? Génesis 16:8
Agar – Ahora ya debes estar consciente que los nombres hebreos frecuentemente incorporan significados más profundos. Algunas veces las Escrituras explican estos significados. Algunas veces no lo hace, y nos toca descubrirlo solos. Y algunas veces pasamos por los nombres sin darles ninguna importancia porque desde nuestra perspectiva, solo es un nombre. Agar es uno de esos. Hasta hoy probablemente ni siquiera consideraste que esta esclava egipcia pudiese abrir nuestros ojos a uno de los secretos de Dios.
Las consonantes del nombre de Agar son H-G-R (Hey-Gimmel-Resh). El pictógrafo es muy interesante – “mira, una persona es levantada.” Esa es una declaración sorprendente de una esclava. Pero eso no es todo lo que contiene el nombre. El rabino Michal Shekel (una mujer) señala que la letra divina Hey está incluida en el nombre de Agar.[1] Claro que esa misma letra divina se agrega a los nombres de Abram y Saraí para producir los nombres Abraham y Sarah. La ocasión cuando agregan la letra es un paso significativo en la fe de Abraham. Pero en el caso de Agar, la letra divina de Dios está presente en su nombre desde el principio.
Ahora, si tomamos las tres consonantes y agregamos vocales así – Ager – entonces tenemos el significado “YHWH de una ger (una extranjera). Con estas vocales, el nombre de Ager significa “aquel para quién Dios es extraño” o “YHWH es extranjero.” Pero si las letras se agregan así -Agar- entonces tenemos el significado “aquel con quién mora YHWH” o “YHWH mora.” ¿Cuál te parece apto para el carácter de una joven esclava? Ciertamente Dios mora con ella. El tiene Su mano de soberanía divina sobre ella, aun cuando corre hacia el desierto. Y ella es incuestionablemente obediente. Ella responde sí titubeos a la voz de su Amo y regresa al abuso de su ama. Esta joven esclava parece conocer muy bien a Dios.
De hecho, Shekel señala que Agar es la primera persona en nombrar a Dios. Ella menciona Dios el ro´i el “Dios que me ve,” así como Dios nombra su hijo yishma´el, un nombre que significa “Dios escucha.” La Escritura está llena de sorpresas dentro del texto. Este es uno glorioso. La joven esclava mantiene una relación profunda con el Todopoderoso. Su nombre mismo implica que ella siempre tuvo esa clase de relación de confianza obediente que Dios tanto desea. El la ve. El la escucha. Y ella nombra a su Señor por quién verdaderamente es – Quién ve. Difícilmente habrá declaración más expresiva de fe confiada que la que vemos en la vida de Agar. Una esclava, mujer y paria se convierte en el modelo real de obediencia incuestionable.
Quizás Agar es el verdadero modelo para los gentiles. Ella no pertenece por consanguineidad pero ciertamente pertenece por adopción divina. Su obediencia es bendecida. Ella tiene esperanza escatológica que da peso a sus luchas presentes. Quizás necesitamos ver la fe de Agar antes de ir a apreciar la de Abraham. Entonces podemos decir, “Yo conozco al Dios que me ve.”
[1] Michal Shekel “lech Lecha” The Women’s Torah Commentary (Jewish Lights Publishing, Woodstock, VT) pp. 57-62.