Principio #6

Pues en la ley de Moisés está escrito: NO PONDRAS BOZAL AL BUEY CUANDO TRILLA. ¿Acaso le preocupan a Dios los bueyes? 1 Corintios 9:9

Acaso – ¿A Dios le importan los bueyes? ¡Claro que sí! ¿Acaso no aplica aquí el principio general (recuerda el #5)? Dios ama a su creación, por lo tanto ama a los bueyes. Entonces, ¿Por qué lo pregunta Sha´ul? Porque Sha´ul comienza la aplicación del sexto principio de interpretación rabínica; keyotza bo bamakom acher (“como viene de eso en otro lugar”) eso es una enseñanza basada en lo que es similar en otro pasaje. Esta es analogía exegética. Lo que Sha´ul quiere que notemos no son los bueyes. Lo que quiere que veamos es que igual que le importan a Dios los bueyes, así le importan aquellos que laboran a favor de otros. Los bueyes comen de su trabajo. Así también deben hacerlo los siervos del Señor, cuidados y alimentados por quienes son servidos. Sha´ul hace la analogía basado en circunstancias similares, eso es, la recompensa del trabajo.

Francamente, un versículo sobre la alimentación de los bueyes no tiene nada que ver con el pago de los ministros. EL contexto no es el mismo. El periodo histórico no es el mismo. El idioma no es el mismo (a menos que tu pastor sea como un toro). Un versículo no parece conectarse con el otro versículo, excepto por este proceso de analogía rabínica. Entonces tiene sentido. Pero si te pidiesen que encontraras apoyo bíblico para la recompensa de pastores, apuesto que jamás considerarías un verso sobre los bueyes – a menos que fueras un rabino brillante como Sha´ul.

Algunas veces este principio se  utiliza en formas más misteriosas. El pensamiento rabínico conecta varios versos aparentemente no relacionados porque comparten las mismas letras o palabras. El contexto o significado actual o del versículo individual tenía poco que ver con el análisis rabínico. Considera este ejemplo:

Lamentaciones 3:41 dice, “alcemos nuestro corazón en nuestras manos hacia Dios en los cielos.” Deuteronomio 11:13 nos dice que debemos “amar al SEÑOR vuestro Dios y de servirle con todo vuestro corazón.” De estos dos versículos, los rabinos conectan la palabra “corazón” y concluyen que servir a Dios con todo tu corazón significa orar. ¿Ves como actúa el principio aquí? Tomados independientemente, quizás nunca concluirías que el servicio al Señor era la labor de oración, pero cuando se utiliza el principio #6, estos dos versos comparten algo en común (la palabra lev) y eso significa que deben estar relacionados.

Como pensadores griegos, resistimos este principio. Deseamos la conexión lógica. De otra manera, nos quejamos que este versículo ha sido tomado “fuera de contexto.” Claro que se ha tomado fuera de contexto. Aquí el contexto es irrelevante. Lo que importa es la analogía o las similitudes. Quizás necesitamos poner nuestros criterios lógicos, lindos y ordenados en el estante por un momento y escuchar a los sabidos. Quizás aprenderíamos algo importante.

Principio #6 keyotza bo Bamakom acher, I Corintios 9:9, Lamentaciones 3:41, Deuteronomio 11:13, corazón, oración

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