El Comienzo de la Sabiduría
15 de junio Y él respondió: “Te oí en el huerto, tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí.” Génesis 3:10
Miedo – Conocemos esta palabra: Solo que no la conocemos en este contexto. Es yare, el verbo que significa “temer, respetar, reverenciar y tener miedo.” Claro que su usanza más común en la Escritura es sobre la referencia y admiración ante Dios. El comienzo de la sabiduría es el yir´ah del Señor. ¿Y que se requiere para que mostremos la reverencia y admiración apropiada ante Dios? ¡Recordar!
Si notas que el idioma de la Caída tuerce muchas de las palabras asociadas con la verdadera relación con el Señor, has adquirido un conocimiento crucial El vocabulario de Dios se basa en la creación ordenada. Existe un lugar genuino y crucial para yare. Yare pertenece a la creación ordenada. Pero cuando el pecado entra al mundo, cuando se abre la puerta al caos, todo se sale de su lugar. Ahora hora yare no es una descripción del respeto apropiado a Dios. Ahora es el temor de algo más. Es ha dislocado de su lugar en el orden creado y llevado a servir a otro dio.
Pero aun esta aplicación desordenada es suficiente para ver todo lo torcido. Aquí el objeto de yare en si ha sido desfigurado. Adán dice que tiene temor. Eso es de esperarse. A fin de cuentas, Adán y su ´ezer kenedgo han desobedecido la única prohibición que recibieron. No nos sorprende encontrarlos escondidos. Pero cuando habla Adán, nos asusta. Veras, Adán no dice que se esconde porque ha sido desobediente. Dice que se esconde ¡porque le da temor su desnudez! ¿Por qué le habría de temer estar desnudo? ¡Nunca ha estado vestido! La desnudez es la condición normal de las cosas. ¿Por qué teme de repente algo perfectamente normal? Esto no tiene sentido alguno – a menos que leas hebreo.
¿Recuerdas arom y arum (vea La Palabra de Hoy del 10 de agosto, 2008)? Génesis 3:1 describe a la serpiente como ´arum (astuta), un juego con la palabra ´arom (desnuda) del versículo anterior. En ese estudio notamos cuanto ayuda el pictógrafo: “ver a la persona y caos.” En otras palabras, la desnudez ahora es un símbolo de la existencia desordenada. Hubo un tiempo cuando la carencia de la máscara del vestido era el alineamiento perfecto con el Santo. Hubo un tiempo cuando la desnudez reflejaba las relaciones ordenadas y honorables. Entonces la serpiente convirtió la desnudez contra sí misma, utilizando su vulnerabilidad para provocar la destrucción de la relación divina. Se torció la desnudez. De repente solo somos capaces de ver lo perdido que no podemos recuperar. No fue la inocencia. Fue el orden. Adán se ha movido de ´arom hacia ´arum. Se hizo como la serpiente. Un dia no tuvo nada que esconder. Plenamente desnudo, sin agenda escondida. Ahora es como la serpiente. Hay algo en el que le exige que se esconda de Dios. Adán no teme a Dios (aunque debería). Se teme a sí mismo. Ya no es transparente. La voz interna del deseo lo ha enajenado de su propio ser. Ya no está cómodo en su propia piel. Sus temores han sido expuestos.
El relato de la Caída en Génesis revela algunas de las lecciones más importantes de la Escritura. Prestar atención a los detalles descubre verdades sobre quienes somos que nos ayudan a comprender por qué huimos del Dios de compasión. El detalle también nos dice lo que significa estar torcido y temeroso. Para Adán, el mundo se desmoronaba.
¿Y que de ti? ¿Te temes a ti mismo? ¿Tienes temor de ese poder dentro de ti que busca desordenar tu existencia? ¿O vives la experiencia de temor ordenado que emana de pararse ante el Señor?